viernes, 5 de marzo de 2010

A LA ORILLA DE LA CHIMENEA

Dicen que las casas se parecen mucho a las personas que viven en ellas.
Si esto fuera cierto yo me tengo que parecer bastante a mi abuela: cortinas de flores, chimenea encendida, fotografías de los niños, mesa camilla y manta en el sofá, alguna silla baja para pelar las papas, la mecedora para dormir quince minutos, las perolas “colorás” en la cocina y la pata de jamón en la despensa.....
Yo más bien pienso que es lo que tiene vivir de alquiler en La Alpujarra,por un humilde precio digamos que tengo una casa un poco "cateta".

Cuando me vine a trabajar a La Alpujarra elegí una forma de vida a la que me costaría mucho tener que renunciar, el tiempo parece transcurrir mas despacio, y sin embargo nunca tengo la sensación de estar perdiéndolo.

Soy lo que quiero ser.
Si mi abuela viviera y viniera a mi casa seguro que alucinaría conmigo con "la pila cosas" que nos ofrece Internet y las redes sociales.
Mi casa se parece a la de mi abuela, sólo que yo navego y ella nunca lo conoció.
Poder estar guisando y a la vez siguiendo conversaciones interesantes entre personas sin desperdicio, participar en un programa de radio dejando alguna preguntilla en el chat, pero sobre todo me gusta la posibilidad de escuchar y conversar con muchas personas, algunas totalmente anónimas y otras muy conocidas.

Las personas en las redes sociales se relacionan igual que en la vida real, es como observar mi pueblo.
Me parece curioso ver como muchos intentan parecer, otros simulan estar, pero pocos son de verdad.

En Jamones Abuxarra somos de verdad.
No sirve de nada parecer una empresa emprendedora sino tienes capacidad de acción.
No vale estar en el ciber mundo si nuestro jamón no llega a tu mesa.
No seria yo sino habláramos en primera persona.


Tal vez cambie las cortinas esta primavera.
Quizás mañana me atreva a conversar contigo en Twitter.
Pero siempre seré yo, y por ahora, te regalo mi jamón.



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